La familia Villegas está compuesta por un matrimonio y un hijo en silla de ruedas y una hija adolescente; también tuvieron otro hijo, pero falleció. Todos son muy religiosos, en especial la madre, que ata a su hija Laura muy corto, debido a la muerte de un hijo y la lesión de otro, y por miedo a perderla. Cuando con un grupo de amigos juegan a invocar a fuerzas sobrenaturales, algo comienza a pasar en torno a ella, y sospecha que un demonio la ronda…

Dirección: Jacobo Martínez. Producción: Mr. Fields and Friends, Atresmedia Cine, Bambú Producciones, 13 E Movie, Movistar+. Productores: Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Mercedes Gamero. Productores ejecutivos: Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Sara Gonzalo. Productor delegado: Irene Mejías. Guion: Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira, David Orea, Salvador S. Molina, Carlos Ruano. Fotografía: Daniel Sosa Segura. Música: Federico Jusid. Montaje: Antonio Frutos. Dirección artística: Roger Bellés. FX: Lucía Solana (supervisora de efectos de maquillaje), María Marrugat (efectos de maquillaje), Oier Hernández (coordinador de efectos especiales), César Álvarez (supervisor de efectos visuales). Intérpretes: María Romanillos (Laura Villegas), Ruth Díaz (Carmen), Urko Olazabal (Tomás), José Sacristán (padre Olmedo), Pablo Revuelta (Jesús), Silma López (Lola), Daniel Arias (Enrique), Alícia Falcó (Mireia), Uri Guitart (Arturo), Cristina Castaño (Asunción), Daniela Bini, José Torija, Alfonso Delgado, Fernando Oyagüez, Paula Cereixo, Lupe Cartié Roda, Nerea Brey, Adela Leiro, Joan Navarro, Gonzalo Uriarte… Nacionalidad y año: España 2022. Duración y datos técnicos: 100 min. color 2.39:1.

 

Da la impresión de que algunos jóvenes realizadores españoles tocan el género fantástico porque está de moda y tiene un público fiel y completista, que verá cualquier aportación de la temática, y pueda hacerla funcionar en taquilla, pero que realmente no sienten lo que están haciendo. El novel Jacobo Martínez trabajó con anterioridad, sobre todo, en el campo de la dirección de fotografía, en particular en bastantes series de televisión, como Velvet (2013-2016), Seis hermanas (2015-2017) o la norteamericana Now and Then (2022-…), y en cine, por ejemplo, en El verano que vivimos (Carlos Sedes, 2020).

No puede decirse que su debut en el campo de la realización se produzca con mimbres muy sólidos. 13 exorcismos (2022) comienza con un rótulo que refiere que se trata de una trama inventada a partir de la fusión de determinados hechos reales. Y en verdad semeja a una de esas reconstrucciones dramatizadas de programas televisivos que narran sucesos paranormales, sin atmósfera, una fotografía desvaída, que solo ilustra el suceso, sin otorgarle un mínimo de carga emocional.

Cierto es que el guion es de una mediocridad alarmante; algunos de sus responsables ya fueron encargados del de la también vulgar Malasaña 32 (Albert Pintó, 2020), que ejemplifica ese tipo de cine fantástico creado sin pasión, solo con el ojo puesto en la taquilla y acumulando todos los tópicos del género que existen. 13 exorcismos podría definirse como una mezcla entre El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973) y Verónica (Paco Plaza, 2017), reproduciendo de hecho algunas situaciones de ambas, aunque más que asemejarse a esas excelentes obras está más cerca de filmes norteamericanos de bajo presupuesto de igual temática, pongamos por ejemplo El exorcismo de Isabella (Blackwater Valley Exorcism, Ethan Wiley, 2006). Al final, el espíritu que anima a 13 exorcismos parece el de reproducir todas las convenciones del cine de posesiones, con la única originalidad, o aporte, de que transcurre en España.

De tal manera, la trama pasa dos tercios de la misma en definir a la familia Villegas en clave de folletín televisivo, con su obsesión por la religión en primer plano, de un modo machacón. Resulta difícil implicarse con semejantes personajes, sentir afinidad hacia ellos en manera alguna. Los brochazos psicológicos con que son expuestos son tan convencionales que es imposible percibirlos como personas reales. Otro elemento de cuidado es el cura, el tal padre Olmedo. Nada más ver a la chica está seguro de que está poseída, y cuando consultan con él lo ratifica; dice estar acreditado por el Vaticano para practicar exorcismos y, en cuanto la familia le autoriza, se pone a ejecutarlo, sin efectuar ninguna de las pruebas que la Santa Sede exige. El ritual que emplea consiste únicamente en rezar y soltar de continuo «¡Dime tu nombre, bestia inmunda!». En un momento determinado dice sobre la muchacha «Tenemos que limpiar su alma» y en el plano siguiente vemos que la están metiendo en la bañera…

La prestancia y energía con que José Sacristán desgrana todas esas tonterías ayuda a conferir cierta credibilidad a esas situaciones, pero si se analizan mínimamente percibimos la infantil inconsistencia de todo ello. Hablando de Sacristán, él es el único que cede determinada consistencia al conjunto, en particular por su potente y diáfana proyección de voz, pues en muchos otros intérpretes resulta muy difícil entender siquiera lo que están diciendo, por el sempiterno problema de dicción de tantos actores y actrices españoles.

El film carece totalmente de atmósfera, sentido de la inquietud, aire malsano. Todo se desliza de un modo rutinario, convencional, y de vez en cuando se suelta algún ruido prominente para que el espectador pegue un brinco y piense que está ante algo aterrador. Y la cinta está plagada de situaciones que quedan colgando, sin desarrollar, vías muertas de una trama que no está trabajada con solidez. El resultado global sería muy cómico si no resultara tan aburrido. El exorcismo en sí es bien poca cosa, y lo único que resalta es la voz sobrenatural y estentórea con que se pronuncia la muchacha, tan exagerada, y tan usada a nivel técnico, que pierde todo poder de convicción. Como la propia película.

 

Anecdotario

El rodaje tuvo lugar en Galicia, en concreto en las localidades de Ourense, y Ordes y Santiago de Compostela, en A Coruña.

El padre Olmedo está inspirado en el sacerdote de la vida real Jesús Hernández Sahagún, que se vio implicado en un polémico exorcismo a una joven de diecisiete años en 2014 en Burgos. Sahagún fue acusado de causar lesiones graves, trato degradante, coacciones, inducción al suicidio y violencia física y psicológica habitual, aunque no fue condenado. La chica finalmente se suicidó en 2019. Tenía veintidós años.

Estrenada en España el 4 de noviembre de 2022.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ●

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra